Después de cada 30 compresiones, abre las vías respiratorias y da dos respiraciones de rescate. Si puedes dar respiraciones, ayudarás aún más a la víctima.
Vía aérea:
Para dar respiraciones, primero debes abrir las vías respiratorias y asegurarte de que no hay obstrucciones. La lengua es la obstrucción más frecuente. Si ves algún objeto extraño y se puede quitar fácilmente, quítalo.
Realiza el movimiento de inclinar la cabeza y levantar la barbilla: Inclina la cabeza y pellizca la nariz con la misma mano. Con la otra mano levanta la barbilla: esto abrirá las vías respiratorias.
Respira:
Mantén abiertas las vías respiratorias, pellizca la nariz y sopla aire en la boca. Asegúrate de colocar tu boca firmemente sobre la boca de la víctima; utiliza una barrera si la tienes. Haz 2 respiraciones que duren un (1) segundo cada una. Asegúrate de que el pecho sube y baja entre cada respiración.
Si las respiraciones que das no entran, sigue dando compresiones torácicas siguiendo la misma proporción 30:2 hasta que entren las respiraciones. No interrumpas las compresiones durante más de 10 segundos.
Continúa dando series de 30 compresiones torácicas y 2 respiraciones artificiales de rescate, con al menos 100 a 120 compresiones por minuto hasta que llegue un DEA o el SEM, o la persona empiece a respirar (muestre signos de vida).
Si la persona empieza a respirar, ponla de lado en posición de recuperación hasta que llegue el SEM. En posición de recuperación, el vómito y otros fluidos drenarán por la boca. Al mover a la persona, ten especial cuidado con el cuello, la cabeza y la espalda.
** Nota: [2020 Interim Guidance] Muchos socorristas legos pueden dudar en proporcionar respiraciones artificiales de rescate por miedo a la transmisión. Los intervinientes deben realizar al menos una RCP práctica.